Cualquier cambio que se produce a nuestro alrededor provoca una serie de perturbaciones que alteran el estado del lugar donde se producen y de los cuerpos u objetos que se encuentran en él.
Además, estas perturbaciones pueden propagarse de un lugar a otro transportando energía. Cuando eso ocurre, decimos que se ha producido una onda.
Una onda es una perturbación que se propaga a través del espacio transportando energía.
No todas las ondas son iguales ni tienen las mismas características. Si tenemos en cuenta el medio por el que se propagan las ondas, podemos considerar dos tipos:
- Ondas mecánicas. Necesitan un medio para propagarse. Este medio puede ser líquido, sólido o gaseoso. Por ejemplo, las ondas que produce una piedra al caer a un estanque, las ondas producidas por un muelle o las ondas sonoras.
- Ondas electromagnéticas. Se pueden propagar por el vacío. La radiación ultravioleta o las ondas de radio podrían servir de ejemplo.
MAGNITUDES DE UNA ONDA
Las magnitudes fundamentales de una onda son las siguientes:
- Período (T). Tiempo que transcurre entre la repetición de los pulsos.
- Longitud de onda (λ). Distancia entre dos pulsos consecutivos. Se puede considerar como la distancia que recorre un pulso en un período.
- Frecuencia (f). Número de veces que una onda se repite en un segundo. Dicho de otra forma, es el número de pulsos por segundo.
- Velocidad de propagación de una onda (v). Se obtiene multiplicando la longitud de onda y la frecuencia.
v = λ · f
La frecuencia (f) está relacionada con la energía que transporta una onda. Cuanto mayor sea la frecuencia de una onda, mayor será la energía que transporta.
